EL NACIMIENTO DE LAS TORTUGAS
Amanda estaba emocionadísima. Habían tenido que esperar muchos días, pero por fin, aquella noche nacerían las tortuguitas en la playa ¡y su papá le iba a llevar a verlas!
Se levantaron cuando aún era de noche, tomaron las linternas, y fueron a la playa con mucho cuidado. Su padre le había hecho prometer que respetaría a las tortugas bebé, y que no haría ruido y obedecería al momento, y ella estaba dispuesta casi a cumplir cualquier cosa con tal de poder ver cómo nacían las tortugas. No sabía muy bien cómo sería aquello, pero había oido a su hermano mayor, que las tortugas nacían en la playa a pocos metros del agua, y luego corrían hacia el mar; y todo eso le pareció muy emocionante.
Agazapados y sin hacer ruido, sólo con la pequeña luz de una linterna muy suave, estuvieron esperando. Amanda miraba a todas partes, esperando ver a la tortuga mamá, y casi se pierde la aparición de la primera tortuguita. ¡Era tan chiquitina! Se movía muy torpemente, se notaba que era un bebé, pero sin esperar ni a sus hermanos ni a la tortuga mamá comenzó a correr hacia el mar. Enseguida aparecieron más y más tortuguitas, y todas comenzaron a correr hacia la orilla.
Ellos seguían escondidos y quietos, observando el bello espectáculo de aquella carrera loca. Pero enseguida ocurrió algo que a Amanda le pareció horrible: llegaron algunas gaviotas y otras aves, y comenzaron a comerse algunas de las tortuguitas. Amanda seguía buscando por todas partes para ver si aparecía el papá tortuga y les daba una buena zurra a aquellos pajarracos, pero no apareció por ningún sitio. La niña siguió observando todo con una lagrimita en los ojos, y cuando por fin las primeras tortuguitas llegaron al agua y se pusieron a salvo de los pájaros, dió un gritito de alegría. Aunque los pajaros comieron bastantes tortuguitas, finalmente otras muchas consiguieron llegar a la orilla, lo que hizo muy feliz a Amanda.
Cuando volvían a casa, su papá, que había visto la lagrimita de Amanda, le explicó que las tortugas nacían así; mamá tortuga ponía muchos huevos, escondiéndolos en la arena, y luego se marchaba; y cuando nacían las tortuguitas debían tratar de llegar a la orilla por sus propios medios. Por eso nacían tantas, porque muchas se las comían otros animales, y no sólo en la arena, sino también en el agua. Y le explicó que las pocas que conseguían ser mayores, luego vivían muchísimos años.
Amanda se alegró mucho de aprender tanto sobre las tortugas, pero mientras volvía a casa, sólo podía pensar en lo contenta que estaba de tener una familia, y de que sus papás y sus hermanos la hubieran ayudado y cuidado tanto desde pequeñita.
Compartido por nuestra amiga Dawimanualidades
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LINDA EXPERIENCIA EN LA QUE ENSEÑAMOS A LOS NIÑOS A TENER CONCIENCIA DE COMO CUIDAR LA NATURALEZA YO TAMBIEN HE PARTICIPADO EN ESAS ACTIVIDADES ES MUY LINDO Y RECONFORTANTE
ResponderEliminarME FUÉ MUY ÚTIL EN LA SALA. GRACIAS POR AYUDARME Y POR ESTAR BESOS CON CARIÑO ANDREA ELIZABETH LUQUE.
ResponderEliminarGRACIAS POR PUBLICAR ESTA HISTORIA MUY INTERESANTE Y DE SUMO INTERES PARA NOSOTROS Y NUESTROS NIÑOS.TPP-P
ResponderEliminarQue buno chicas que les ayudo.
ResponderEliminarPara mi es una alegria poder ayudarlas tanto en la sala como en la casa.
Les dejo un besote .
Su amiga Rosana
Me encantan las aportaciones!!!!
ResponderEliminarQue alegria encontrar lugares como este ;)
Deseo mucho éxito!!
Gracias amiga por dejarme tu comentario.
ResponderEliminarTe dejo un besito