Una rana
quiere ser algo más que una rana húmeda y pegajosa. Un gato, tal vez. O un
conejo. ¿Quizás un búho? Pero cuando llega un lobo, un lobo hambriento que odia
comer ranas, nuestro héroe decide que tal vez ser una rana no es tan malo
después de todo.
¿A ti te gustaría ser una rana?
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